Palacio de Luces

Hace ya varios años, mucho antes de escribir este blog, hicimos una visita a El Palacio de Luces, en Lluces (Colunga), situado justo antes de llegar al televisivo pueblo de Llastres. Nos gustó el sitio, su ubicación, su trato y sobre todo su comida, por eso, hacía tiempo que teníamos gana de volver para poder contar aquí una nueva experiencia en su comedor.

En su web se describe así: "El Hotel Palacio de Luces ha buscado crear alrededor de una gran obra del S. XVI, rehabilitada; un singular lugar de descanso... nuestro restaurante, netamente tradicional, con los mejores productos de nuestra tierra y de nuestro mar. Una cocina exquisita que contribuirá a esa nueva experiencia de descanso y tranquilidad". Nacho García Canellada y Pablo García Sánchez son los artífices de llevar a buen puerto la cocina de este restaurante.

exterior del palacio de luces

El entorno es incomparable, con aparcamiento propio, hotel y zona de restaurante con un amplio ventanal que permite unas vistas privilegiadas a la sierra del Sueve, siempre que disfrutemos de un día despejado. Llegamos sin reserva un día por semana pero no hubo problema por que, afortunadamente, no había mucha gente. Nuestra visita coincidió con unas jornadas del bonito para las cuales había un menú especial que nos pareció muy atractivo.

comedor

Fuera de menú, empezamos a abrir boca con una vichyssoise de espárragos con una base sólida de queso y gambas. Textura perfecta y sabor suave pero con presencia, fueron las sensaciones que nos dejó este aperitivo.

vichyssoise de espárragos, queso y gambas

Continuamos con una ensalada de sardina marinada, con tomate y virutas de aceituna negra. El plato llegó con un aliño perfecto, que resaltaba aún más la calidad y sabor de los ingredientes. La sardina y el tomate fueron los protagonistas de una auténtica delicia de verano. La calidad de esta ensalada nos hacía vislumbrar que íbamos a disfrutar de otra gran comida en el Palacio de Luces.

sardina marinada, tomate y aceituna negra

El siguiente plato fue un salpicón de langostino y piña. Nos llamó la atención el punto perfecto de maduración de la piña y su extraordinario sabor que compaginaba perfectamente con el langostino. Otro plato fresco y muy sabroso.

salpicón de langostino y piña

Continuamos con un canelón relleno de boletus y queso Peñamellera en una base de pesto. Otra delicia de su extraordinaria cocina. El sabor del relleno y su salsa no era tan fuerte como otros platos de boletus que hemos probado, que te suelen dejar el sabor en el paladar el resto de la comida. Suavidad, perfecta preparación y buena combinación de sabores para unirse en un plato delicioso.

canelón de boletus, pesto y queso peñamellera

Había varias recetas con el bonito como protagonista, a elegir para el plato principal. Uno de los elegidos fue un tartar de bonito con pisto, aguacate y jamón ibérico. El bonito estaba preparado al estilo cebiche, lo cual nos encantó. Una vez más disfrutamos de un plato diferente, con una textura de sus ingredientes perfecta y un sabor único.

tartar de bonito con pisto y jamón ibérico

El otro fue un un tataki de bonito, ajoblanco y fresas. Otro gran acierto, esta forma japonesa de preparar el bonito. La originalidad, sabor y contraste de sabores se unían en este plato para seguir con la línea de calidad de toda la comida.

tataki de bonito ajoblanco y fresas

Aunque las raciones no eran de gran tamaño, ya íbamos por el quinto plato degustado a la hora de llegar a los postres, por lo que la sensación de hambre se había esfumado por completo. El broche dulce lo puso una crema de queso con una base de fresas que hacía de contrapunto dulce a la acidez del lácteo.

crema de queso con fresas

PUNTUACIÓN:
  • Comida: 9
  • Calidad/Precio: 7
  • Ubicación: 9
  • Accesibilidad: 7
  • Decoración: 7
Total: 39 ptos.

 Cada plato era perfectamente explicado por el personal del comedor, que estuvo pendiente en todo momento que nuestras copas estuvieran llenas. Una suave música instrumental nos acompañó toda la comida, unida a un temperatura perfecta y la luz natural que invadía el comedor. Consideramos a el Palacio de Luces un sitio especial perfecto para visitar en ocasiones especiales.

 El menú tenía un precio de 40 euros por comensal, incluyendo bodega y con el detalle de invitarnos a los cafés. Más visitas llegarán a este restaurante en el futuro, mientras siga en esta línea.

Carretera AS-257 s/n
Lluces, Colunga.
985850080
www.palaciodeluces.com
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hotel@palaciodeluces.com

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